Opinión  
"La Pasión de Cristo" de Mel Gibson
Autor: Felipe Santos sdb
Fuente: periodismocatolico.com 4/2/aaaa

Dirección: Mel Gibson. Guión: Benedict Fitzgerald, Mel Gibson. Fotografía: Caleb Deschanel. Música: James Horner. Intérpretes: James Caviezel, Maia Morgenstern, Monica Bellucci,Francesco Cabras, Rosalinda Satan, Claudia Gerini, Angelo Di Loreta...

Hoy se inician los desfiles procesionales en nuestra ciudad. Los preciosos tronos serán la manifestación palpable de la fe sencilla de todo un pueblo que, aunque no sea muy practicante, sí lleva en sus venas el sentido religioso muy arraigado. Este está al margen de los vaivenes de la política y de ciertos altavoces ruidosos que se dedican a alentar a la gente contra la Iglesia, sus ministros y sus obras de una forma cruel y ciega.

Por tanto, nunca mejor que en estas fechas se puede ver esta obra maestra del cine religioso. De Jesucristo se han hecho ya más de cien películas. En mi retina tengo grabadas las imágenes de la de Pier Paolo Pasolini y el buen guión del malogrado autor nórdico Carl Theodor Dreyer que no llegó a plasmarla en imágenes a causa de su muerte.

Sin duda alguna que ésta es la mejor de cuantas versiones se han realizado sobre la figura humano-divina de Cristo. Y es curioso que, en una sociedad indiferente ante el fenómeno religioso, las salas se llenen día tras día con miles y miles de espectadores de todas las tendencias políticas y confesiones religiosas. Saben que no van a presenciar un film de aventuras, de acción o de tinte romántico. Son personas que, más o menos con inquietudes espirituales, se acercan a estudiar la persona de Cristo que ha revolucionado la Historia con su mensaje.

Gibson ha tenido el valor- desde la óptica de su fe católica- de realizarla sabiendo de antemano que surgirían muchas polémicas ajenas- la mayoría de las veces- a la estética del film y a su mismo contenido. Todo un fenómeno digno de tenerse en cuenta.

La belleza plástica de las imágenes, su perfecta escenografía, su estilo ya consagrado de autor de cine, son los cimientos sobre los cuales se construye el edificio de la persona de Cristo crucificado hace 2004 años , pero vivo en su obra , que es la Iglesia.

El lenguaje cinematográfico- al igual que los tronos de estos días - es el instrumento a través del cual Gibson despierta al hombre actual de su letargo espiritual, le empuja a poner su mirada en algo o alguien que trascienda los estrechos límites a los que conduce el consumo y el materialismo alienante de esta sociedad. También “La Pasión de Cristo” lleva al corazón del hombre el hálito de lo que significa el dolor, el sufrimiento y la misma muerte. Con su frescura narrativa, su guión medido, exacto en el estudio de cada personaje, y la buena interpretación de todos los actores masculinos y femeninos hacen que el film se convierta en el punto de referencia de cada cual en lo más íntimo de sus conciencias y, desde luego, un faro y un espejo de referencia para encontrar o volver a hallar los valores trascendentales que son los que mantienen la vida en su prístino sentido.

CINE Y VIDA

Cuando el cine es auténtico, se transforma en un reflejo de lo que pasa en el mundo. Entre las miles de películas que uno ha tenido que ver, algunas se quedan grabadas para siempre, sea por un impacto sentimental o por una llamada a la búsqueda de uno mismo y su papel en la vida.

Esta obra refleja las últimas horas de la vida terrenal de Cristo. Es la condensación de su pasión, muerte y resurrección por el bien de la humanidad, sometida al mal ontológico del pecado y a la que Cristo libera con su entrega absoluta de desprendimiento y asombro ante las autoridades y el pueblo de ayer y de hoy que lo sacrifican con sus actos de barbarie.

Frente a todo el desencadenamiento que padece las trastornada humanidad en nuestros días, Gibson, desde su óptica de fe, plantea al espectador interrogantes fundamentales para catapultar su existencia por sendas distintas quizá por las que camina.

El guión y toda la estructura del film- magníficamente ambientada- acerca al espectador al mundo de la fe en Jesucristo, visto desde los Evangelios y otras fuentes literarias, junto al asesoramiento de buenos teólogos para no fallar en esta película, clave en la ilusión de su vida de creyente.

Este cine presenta nada menos que todo un modelo de vida a seguir por parte de sus fieles. Creo que tan sólo desde esta perspectiva ha sido posible hacer una obra de esta catadura artística y plena de contenido. Ha sido un trabajo, el de Gibson y Caviezel, que ha brotado del hontanar de su fe recia y coherente. De no ser así, hubieran puesto en escena a un Cristo edulcorado, dulzón pero sin la garra y el atractivo real que tiene este de la Pasión.

EL CINE COMO ARTE

Si los medios de comunicación social repararan en el bien que pueden hacer a la humanidad, seguro que cambiarían de sentido en sus respectivos roles. Al igual que cuando se visita un museo, hay cuadros que te fascinan por su belleza, la Pasión, a pesar de su dureza- la vida es así- atrae y emociona a cualquier espectador. Y la razón no es otra que el arte de Gibson es excelente porque sabe contar bien la historia y, en este caso, la vida de Cristo soportando los juicios falsos, el sangriento camino del Gólgota, la mirada de su Madre la Virgen que lo consuela, la pena de ver a su pueblo de ayer y de hoy- no sólo judío sino a todos- que lo traicionan, lo insultan y él, a cambio, tan sólo respira amor y perdón.

Sin este horizonte, el espectador puede perderse en lo superficial y no ahondar en el significado profundo del guión que lo trasciende todo.

El cine de este director australiano ha recreado la historia de la vida de Jesús en las horas finales, de una forma sorprendente, impactante, emotiva e incluso está logrando llegar a lo hondo del corazón y de la conciencia de los espectadores.

¿Quién no perdona las licencias que se ha tomado? Creo que todos. Ha huido de hacer elipsis en momentos cruciales. La violencia que aparece aquí es la exigida por la vida misma y no la gratuita de tantas películas violentas que ponen como excusa que el guión lo pide. Por ejemplo, hay varias caídas y unos planos grandiosos de la Virgen y su “niño” con unas frases que conmueven el alma.

Y el arte de la imagen cinematográfica y su buen montaje nos muestran en flash-backs (unos veinte) la vida diaria de Jesús, su predicación y bienaventuranzas. Hay quien pregunta que por qué aparecen tan destacadas las figuras de Juan y la Magdalena. Son prototipos del seguimiento ingenuo de Jesús por parte del casto Juan y Mª Magdalena es la figura estelar en su obra de conversión a Cristo por sacarla del mal y reconducirla por el camino del bien. Entre los personajes secundarios gusta mucho el de la mujer de Pilatos, el de Simón de Cirene y la del terrible Satanás.

Arte, en fin, que logra matices impresionantes combinando los azules con los rojos y con una partitura musical fina y excelente.

En síntesis, una obra maestra de cine en todos los aspectos del lenguaje cinematográfico. Incluso los diálogos en latín, arameo y hebreo le dan verosimilitud y el aire de un magnífico documental. DIGNA DE VERSE

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