Opinión  
«Tiempos duros» para la Iglesia
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Fuente: ABC 3/31/aaaa

La Iglesia Católica española se prepara para hacer frente a «tiempos duros», en palabras de fuentes de la Conferencia Episcopal, ante los proyectos que el nuevo Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero parece dispuesto a llevar adelante cuando tome posesión. Los obispos no han pasado tampoco una luna de miel con el Ejecutivo de José María Aznar y han visto cómo el Partido Popular no resolvía la cuestión económica de forma definitiva, y ponía, en cambio, en marcha iniciativas contrarias a los principios defendidos por la Iglesia. La creación de un partido político como Familia y Vida, que se ha presentado con poco éxito en las dos últimas convocatorias electorales, indica que en los sectores más comprometidos con la práctica religiosa no consideraban al PP como un partido cristiano. Pero la situación creada tras el vuelco electoral del pasado día 14 es bien distinta. Con el PSOE en el poder, no se trata ya de divergencias, de promesas incumplidas o de asuntos que no llegaron a concretarse. Cosas que, si en poco beneficiaban las relaciones Iglesia-Estado, al menos, no propiciaron un enfrentamiento abierto.

La Iglesia en España, que ha mantenido un voluntario perfil bajo y ha huido de la intervención ordenada de los sacerdotes católicos en la arena política, no es lega en su trato con el PSOE, y sabe de las presiones que tuvo que soportar en los tiempos de Felipe González. Por eso, se preparan para momentos incluso más duros que aquellos, pues los tiempos no son los mismos ni es preciso hoy completar una transición democrática. El nuevo PSOE ya no parece temer la reacción de una sociedad que era entonces abrumadoramente católica y pone sobre la mesa, con toda legitimidad, los votos obtenidos en las urnas. Al menos por las declaraciones de sus líderes, parecen convencidos de que nuestra sociedad es lo suficientemente laica como implantar el aborto libre en los primeros tres meses de embarazo; los matrimonios entre homosexuales y la investigación con embriones o, entre otras medidas, el cerco a la escuela concertada y el fin de la asignatura de Religión.

A la Conferencia Episcopal Española le queda muy poca capacidad de acción, pues incluso la protección que le otorga el Concordato Iglesia-Estado de 1979 pasa por un proceso de revisión en el Tribunal Constitucional. El Ejecutivo tiene además en sus manos la baza de la supervivencia económica de la Iglesia, tal y como hoy la conocemos. Con estos triunfos, cabe pensar que el PSOE no tendrá problemas inmediatos si se plantea un duelo con ella. Lo que se impone es el consenso, la negociación, porque no es posible saber cómo reaccionará la Conferencia Episcopal si el Ejecutivo de Zapatero la pone contra las cuerdas, ni tampoco es mensurable la influencia que los obispos puedan tener todavía sobre los católicos españoles, si es que deciden devolver los golpes en los campos social y político.

Comentario de Vicente Oltra: Podemos probar. Si quieren respuesta dura la pueden tener. No vamos a quedarnos quietos los españoles viendo como degradan nuestra sociedad con las aberraciones de la homosexualidad viciosa y sodomita amariconada y con las abortistas de capa caída (véase respuesta de Ginebra) en todo el mundo excepto en la España socialista.
¡Vamos a verlo! Porque Dios que existe no abandona a los que defienden la verdad. Y la verdad no está en esos comportamientos aberrantes para la sociedad española.
Repito ¡Esperar y ver!
Esta Editorial no les dará solo 90 días, creemos que tienen derecho a 120, pero a partir de ahí seremos implacables con el cumplimiento del programa de ZP y podremos decir aquello de ZP bueno o zopenco. Preferimos de verdad decir ZP bueno.

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