Opinión  
Zapatero induce a error
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Fuente: arvo.net 2/24/aaaa

Zapatero induce a error

El Sr. Zapatero, el Directorio de los Obispos sobre la familia, la "revolución sexual" y declaraciones de gays y lesbianas desde el día 4 al 11 de febrero de 2004.


El pasado día 4, Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE en la apertura de las sesiones de la Internacional Socialista de Mujeres, volvió a manipular las enseñanzas de los Obispos españoles, quienes el pasado 23 de noviembre hicieron público un extenso Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia en España. De sus numerosas páginas, el Sr. Zapatero extrae una expresión, «revolución sexual», y la une con las palabras «causa» y «violencia de género», también presentes en el Directorio y con ello atribuye a los obispos una sentencia de este estilo: «la "revolución sexual" es la causa de la violencia de género», lo cual lleva a Zapatero a la siguiente exhortación: «Su doctrina, señores Obispos, es inasumible. La causa de la muerte violenta cada año de cien mujeres en nuestro país, no es la revolución sexual; es el machismo criminal». Acto seguido «arremete contra la Iglesia» (en términos del periódico "La Razón") y pide «que no inculque el "machismo y la sumisión" a los niños». Por eso exigirá que no haya clase de religión obligatoria (cosa superflua, porque no la hay).

¿Le parece, señor Zapatero, que hagamos un pequeño repaso y usted nos contesta «sí» o «no»? Repasemos, si le parece bien, los párrafos del documento episcopal que ha desatado su indignación y reforzado su enemistad con las clases de religión en la escuela. Comprendemos que usted se sienta en campaña electoral, pero no compartimos la tesis maquiavelotiernogalvanista de que en esa circunstancia sea lícito mentir. Vayamos al número 11 del Directorio:

La “revolución sexual” ha separado la sexualidaddel matrimonio, de la procreación y del amor

11. Así hemos de interpretar la llamada “revolución sexual” que tuvo su estallido en los años 60 del siglo XX y que, aunque fracasada en sus mensajes y sus propuestas, ha alcanzado su éxito en la ruptura que ha producido con los significados intrínsecos sobre la sexualidad humana, conforme a la tradición cristiana. [¿sí o no?] Ha generado en consecuencia una mentalidad difusa que conforma en gran medida el modo como se vive actualmente la relación hombre-mujer. Ha sido el resultado de una lenta evolución de determinadas corrientes de pensamiento que han nacido de un rechazo de una moral no siempre presentada adecuadamente, pero que, privadas de una visión íntegra de la persona humana, han conducido a un progresivo empobrecimiento de la concepción de la dimensión sexual humana.[Esta sería una cuestión para nota] Se puede describir brevemente el recorrido que ha realizado: primero, la sexualidad se separa del matrimonio, por una absolutización del amor romántico que huye de todo compromiso. [¿sí o no?] Posteriormente, en una cultura hedonista se desvincula de la procreación. [¿sí o no?] Con esta ruptura de los significados de la sexualidad, ésta queda afectada por un proceso de banalización hedonista [¿sí o no?]. El último paso ha sido separarla del mismo amor y convertirla en un elemento de consumo [¿sí o no?] [16]. A este fin conducía sin remedio la denominada “ideología del género” [¿sí o no?] [17] que considera la sexualidad un elemento absolutamente maleable cuyo significado es fundamentalmente de convención social. [¿sí o no?] El significado del sexo dependería entonces de la elección autónoma de cada uno sobre cómo configurar su propia sexualidad. [¿sí o no?] ]

Sus frutos amargos:violencia doméstica, abusos sexuales, hijos sin hogar

12. El tiempo ha mostrado lo infundado de los presupuestos de esta revolución y lo limitado de sus predicciones, pero, sobre todo, nos ha dejado un testimonio indudable de lo pernicioso de sus efectos. Es cierto que la sociedad, cada vez más farisaica en este punto, ha querido ocultar la multitud de dramas personales que se han producido por la extensión de las ideas anteriores. A pesar de ello, es manifiesto que nos hallamos ante una multitud de hombres y mujeres fracasados en lo fundamental de sus vidas que han experimentado la ruptura del matrimonio como un proceso muy traumático que deja profundas heridas. [¿sí o no?] Del mismo modo nos hallamos ante un alarmante aumento de la violencia doméstica; ante abusos y violencias sexuales de todo tipo, incluso de menores en la misma familia [[¿sí o no?] ]; ante una muchedumbre de hijos que han crecido en medio de desavenencias familiares, con grandes carencias afectivas y sin un hogar verdadero [¿sí o no?]. La Iglesia es consciente de esta desastrosa situación y, por ello, tiene la obligación de denunciarla y acudir en ayuda de todos los que la padecen [¿sí o no?] [18].

Presión de los grupos homosexualesy sus pretendidos derechos13. Silenciar esta realidad del sufrimiento de tantas personas por el recurso de la proclamación de la abundancia de unos medios materiales que nos ofrece la sociedad de consumo es una ignorancia culpable que daña gravemente la dignidad del hombre. [¿sí o no?] Esto se evidencia de modo flagrante cuando los medios de comunicación y la comunidad política, en vez de escuchar los lamentos de este inmenso drama humano, hacen de altavoz a determinados grupos de presión, como por ejemplo los “lobbies” homosexuales, que reclaman a modo de privilegio unos pretendidos “derechos” de unos pocos, erosionando elementos muy significativos de construcción de la sociedad que afectan a todos [¿sí o no?]. Los mismos poderes públicos se han visto infeccionados por estas pretensiones; y se han dado iniciativas que han querido equiparar al matrimonio legítimo o a la familia natural, realidades que no lo son, con la evidente injusticia que esto supone y que los obispos hemos denunciado repetidamente [¿sí o no?] [19].

Así se puede ver hasta qué punto afectan a las personas las concepciones sobre los elementos fundamentales del hombre que una determinada cultura superficial pretende ocultar. No se puede ser “neutral” en este campo porque está en juego la vida y el destino de tantas personas, así como el derecho que tienen las jóvenes generaciones a conocer la verdad del amor y de la sexualidad humana. [¿sí o no?] ¿Este texto inculca el machismo a nuestros niños [¿sí o no?] , señor Zapatero¿Justifica esta doctrina la sumisión de la mujer [¿sí o no?] , señor Zapatero.

No sé porque se me viene al recuerdo unas palabras de la Escritura: se puede uno burlar de mucha gente, pero «de Dios nadie se burla». Lo cual vale también por los demás políticos y periodistas, de izquierdas o derechas, que han tergiversado, unas veces más (como LLamazares, por ejemplo), otras menos que Zapatero, el documento episcopal.Por cierto que algunos medios han sugerido que los obispos «han matizado» posteriormente a las críticas, lo dicho en el Directorio: no es verdad, si por «matizar» se entiende «modificar»; sencillamente, han enseñado a leer a los que no saben (gran obra de misericordia) o no quieren aprender a leer lo escrito y bien escrito. Esto no es «matizar», esto es decir lo que se dijo tal como se dijo y que dijeron mal algunos como el señor Zapatero y demás laicistas militantes. Pero no ha faltado alguien que haya dicho algo sensato, la ministra de Educación: «que se debe leer el documento con serenidad».
Jorge Balvey Arvo Net, 5.II.2004

La Razón, 11.02.2004

«Se han sacado de contexto frases del texto episcopal para utilizarlas con fines electorales»


El portavoz del episcopado, Juan Antonio Martínez Camino, habla para LA RAZÓN de la «tergiversación interesada» del último documento sobre Pastoral Familiar

La Iglesia católica en España quiere salir al paso de las críticas recibidas por algunos políticos y creadores de opinión tras la presentación, la semana pasada, del «Directorio de Pastoral Familiar», cuya autoría pertenece a la Plenaria del episcopado. Es decir, de la totalidad de los obispos que ejercer su labor pastoral en España. En esta entrevista concedida a LA RAZÓN por el portavoz del episcopado español, monseñor Martínez Camino, el estamento eclesial explica con profundidad las tergiversaciones y manipulaciones que ha sufrido el texto episcopal en la opinión pública.

Luis del Real Espanyol - Madrid. La Razón

Monseñor Martínez Camino ha concedido en exclusiva a LA RAZÓN esta entrevista para explicar el último documento del episcopado sobre la Pastoral Familiar.

¿Por qué ha habido tanto escándalo con el texto sobre la familia?

Las razones son variadas. Primero, porque ha sido utilizado con fines ajenos a los suyos. El Directorio de Pastoral Familiar es un instrumento de ayuda para el trabajo pastoral en el ámbito de la familia y, en cambio, se han sacado de contexto algunas de sus frases para utilizarlas con fines electorales. Segundo, porque, con independencia del mayor o menor acierto estilístico, lo que el Directorio dice choca realmente con lo que piensan bastantes de los líderes de opinión. No les gusta nada. Y, tercero, porque, además de lo dicho, existe un problema de lenguajes. Un ejemplo: por «revolución sexual», los mencionados líderes suelen entender algo muy distinto que el Directorio.

Revolución sexual ¿Cuál es el problema con esa «revolución sexual»?

Para el lenguaje político más común, la «revolución sexual» es algo muy bueno. En cambio, el Directorio, cuando habla de «revolución sexual», está pensando en una de las raíces de los problemas más graves por los que atraviesa la familia hoy. ¿Qué sería lo bueno de la «revolución sexual»? La emancipación de la mujer. Eso es lo que subrayan los políticos cuando hablan de tal revolución. ¿Qué es, en cambio, lo negativo, lo que está en el punto de mira del Directorío? Pues que las relaciones sexuales se han convertido en un objeto de consumismo más: se ha generalizado mucho la idea y la práctica de que no está mal que las relaciones íntímas se den al margen de un proyecto serio de amor, sin compromiso matrimonial y sin apertura a la paternidad/maternidad, es decir, sin relación a la familia. ¿Hay alguien que pueda ver bien esto con criterios éticos responsables? La Iglesia ni le tiene miedo al sexo, ni es «sexófoba» como algunos dicen, pero está en contra de la banalización de algo tan decisivo para las personas y para la sociedad.

Entonces, ¿no hay relación causa-efecto entre la revolución sexual y la violencia doméstica?

Si por «revolución sexual» se entiende que la mujer ha conseguido un reconocimiento mejor de sus derechos y se ha sacudido ciertos sometimientos injustos, está claro que no. No hace falta decir que es bueno que las mujeres sepan defender sus derechos y legítimas aspiraciones. Eso no puede ser causa de ningún mal, ni menos de algo tan odioso corno los malos tratos. Pero la revolución sexual también ha quebrado algo tan básico como es la concepción del matrimonio como verdadera comunidad de vida y amor y, por lo tanto, como una realidad maravillosa por la que merece la pena el sacrificio, el perdón, la reconciliación. Los ideólogos de la revolución sexual prometieron desinhibición, relaciones sanas y libertad plena, pero, con aquellas tristes premisas, lo que ha venido es una creciente esclavitud pasional y una lamentable incapacidad para la fidelidad libremente asumida. Con la revolución sexual pasa como con otras «revoluciones» que prometieron el paraíso en la tierra y acabaron en tremendas tiranías porque eran contradictorias con los valores humanos más elementales. La Iglesia lo denunció entonces y lo denuncia ahora.

Malos tratos

En estos días se ha acusado a los obispos de justificar la violencia de género, incluso, desde el grupo del disenso eclesial «Somos Iglesia»...

Casi no merece la pena ni comentar esa absurda imputación. Resulta muy triste que personas que pretenden seguir a Jesucristo no tengan reparos en lanzar tales calumnias contra los pastores de la Iglesia. Lo que ese grupo asevera no tiene nada que ver con el texto del Directorio. Ellos dicen que el Directorio considera que los malos tratos son «un mal menor», y que de este modo justifica la violencia de género. Pues, lo que en realidad dice el Directorio es que los malos tratos son un mal tan grave que, cuando se dan, lo que ha de ser considerado un mal menor es la separación de los cónyuges. Los malos tratos son pues, en este caso, el mal mayor. ¿No es justo pedir que, aunque no se esté de acuerdo con el Directorio, al menos no se le haga decir lo contrario de lo que dice?

«El 80 por ciento pide Religión»

Zapatero ha aprovechado la polémica para prometer que, si gana las elecciones, ofrecerá «más gimnasia y menos religión»...Si lo que sugiere es que hoy hay religión católica obligatoria, eso sencillamente no responde a la realidad. Lo que se está implantando, de acuerdo con la Ley de Calidad de Enseñanza, es un «Área de Cultura, Sociedad y Religión», que permitirá a los alumnos tener conocimiento del hecho religioso como fenómeno histórico, cultural y artístico, y, en definitiva, antropológico. Sólo los que lo pidan cada año cursarán esta materia desde una perspectiva católica. Porque lo que sí que hay es un 80 por ciento de padres que siguen pidiendo que sus hijos conozcan la religión desde esta perspectiva católica.

Algunas otras cosas del 4 de febrero El PSOE califica de «irritante, fuera de tono y reaccionaria» la tesis familiar de la Iglesia

El colectivo de gays señala que «la homofobia» de los obispos «les impide ver la realidad»

Vincular la violencia de género con la revolución sexual le ha costado a la Iglesia católica un aluvión de críticas provenientes de distintos sectores sociales y políticos. El documento de la Conferencia Espiscopal española sobre la familia titulado «Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia en España», hecho público la tarde del pasado lunes, ha levantado un gran revuelo entre diferentes ambientes. El más beligerante contra el texto episcopal ha sido el PSOE, que ha calificado de «irritante, fuera de tono y reaccionaria» las tesis sobre la familia y su desintegración.

Desde que el lunes vio la luz el documento de la Conferencia Episcopal «Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia en España», en la que señalaban la desintegración de la familia como raíz de los grandes problemas de la sociedad española, no han parado de salir detractores, ya que en el texto incluyen afirmaciones como que la «revolución sexual» sólo ha conllevado «frutos amargos» como la «violencia doméstica, abusos sexuales, divorcios e hijos sin hogar». El portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, aseguró ayer que discrepa de la visión de los obispos, ya que en su opinión, las raíces de la violencia de género «son muy extensas». Zaplana desmintió que este fenómeno haya aumentado sino que, en su opinión, hay una mayor concienciación de la mujer para dar la cara y denunciar su situación. Mucho más duro fue el PSOE que, a través de dos comunicados, la secretaria de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG, Leire Pajín, y la secretaria de Igualdad, Micaela Navarro, calificaron la tesis de «irritante», «fuera de tono» y «reaccionaria».

Asimismo, la portavoz de Convergencia i Unión (CiU) en la Comisión Mixta de Derechos de la Mujer, Mercé Pigem, señaló que el análisis de la Conferencia Episcopal sobre la familia, en el que vincula la «revolución sexual» y la violencia doméstica, es «contraproducente y erróneo», y «no responde a la realidad», ya que, explicó, «los malos tratos han existido desde siempre, pero la diferencia es que ahora las mujeres se atreven a denunciar». La vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica, Monserrat Comas, calificó de desacertado el análisis y aseguró que «viven a espaldas a la realidad social». «Las propias estadísticas que tiene el CGPJ demuestran que fundamentalmente los casos de violencia doméstica se producen en el ámbito de la pareja y en el matrimonio». Esa misma línea siguió el portavoz del PNV, Iñaki Anasasgasti, que recordó a los obispos que siempre han existido los malos tratos y dijo que el documento que han escrito parece «de hace cien años». La Red de Mujeres contra la Violencia añadió que es precisamente el modelo familiar que propugnan el que perpetúa la violencia que se ejerce contra las mujeres y el silencio «por resignación cristiana» de las víctimas. Por su parte, el portavoz del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Francisco Rodríguez, acusó a la Conferencia Episcopal de «falsificar la realidad» y recalcó que es «realmente macrabro que estas opiniones tengan tal grado de aceptación oficial».

Estrategia

La Federación Española Colegas de Lesbianas y Gays consideró que el documento presentado por los obispos es «una prueba evidente de la total falta de contacto con la realidad social española por parte de la jerarquía católica». La Asociación de gays y lesbianas del País Vasco, Gehitu, denunció que la «homofobia» de los obispos les impide ver la realidad y les acusó de mantener una «estrategia» para intentar frenar los avances en la consecución de una sociedad más libre. Asimismo, consideraron un desprecio para las mujeres «decirles que su libertad sexual es la causa de su sufrimiento». En cuanto a la sugerencia que hacen los obispos a los profesionales del derecho que no se impliquen en casos de rupturas matrimoniales, la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) dijo que los jueces están obligados a aplicar las leyes sobre divorcio, por lo que deben quedar en el terreno personal consideraciones como las que hace la Conferencia Episcopal.

Comentario de Vicente Oltra: ¿Sociedad libre o esclavista del vicio? ¿Puede dar lecciones ese colectivo de algo? En cuanto al Señor Zapatero, que miente más que respira: no me extraña nada de lo que diga y si son barbaridades sociales me extraña menos aún. No sabe lo que es normal porque es progresista, pobre chico. Así le va y así le irá.
Me sabe mal que sea tan desinformado y mentiroso. O nos haga tontos a los demás. Supongo que a sus hijos y su suegra no les dirá estas cosas. Sería malo para su salud mental.



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