J. C. - Ciudad del Vaticano.-
El Papa pidió ayer una «movilización política» contra las causas de la injusticia y la desesperación que conducen a las personas, dijo, a elegir el terrorismo. En su discurso de bienvenida al embajador de Indonesia ante la Santa Sede, subrayó que no se puede derrotar al terrorismo «con respuestas de odio y espíritu de venganza» ni con medidas represivas. Tras defender la necesidad de poner en marcha programas educativos «que inspiren el respeto a la vida en cualquier circunstancia», el Pontífice dijo que «sólo así prevalecerá la unidad de la Humanidad, que se mostrará más poderosa que cualquier motivo coyuntural de división que separe a individuos, grupos o pueblos». En el recuerdo del Papa al hacer estas reflexiones estuvo el atentado terrorista contra una discoteca de la isla indonesia de Bali, «que permanece dijo en la mente y el corazón de la comunidad internacional».

Insistió en que la lucha contra el terrorismo debe llevarse a cabo «a nivel político y educativo», y que la respuesta «no debe ser nunca de odio o de venganza, ni meramente punitiva o represiva». «Es necesaria en consecuencia añadió una movilización para eliminar las causas de las injusticias que pueden llevar a las personas a acciones de desesperación y de violencia».

Comentario de Vicente Oltra: El odio y la venganza es justo lo propio del mal y del diablo. Cuando alguien odia y llega a la violencia como mínimo interna: esta en manos del demonio.
La doctrina católica expuesta desde siempre por el Magisterio está en el Padrenuestro en relación con los enemigos. El odio y la violencia no es propio de Jesucristo y sus discípulos. Rectificar la intención resulta necesario cuando eso, por ser así la “condición humana”, aparece en nuestro interior. La caridad necesita incluso de ese espíritu para ser verdadera. El odio, la venganza, las guerras “genéricamente” hablando no son más que obras diabólicas de Satanás: el padre de la mentira que tiene en sus manos a todos los que utilizan esos comportamientos, incluso con cinismo y frialdad para enriquecerse.