España definida por un yanqui
Autor:
Jesús Sanz Rioja . |
Fuente:
Piensaunpoco.com |
11/11/aaaa |
Un hispanista norteamericano, Harold Raley, ha publicado un ensayo titulado "El espíritu de España", al que creo que no se le ha concedido en los escaparates el lugar que merece, porque cuenta entre esas pocas cosas de provecho que uno puede adquirir aún en las librerías. En rigor, no dice nada que no pueda encontrarse en los escritores de la Generación del 98. Su mérito es haberlo reunido de modo sistemático, y su curiosidad el que sea un extranjero quien ha venido a interesarse por una España que no es la de la "diferencia" y la de la pandereta. No puedo evitar pensar que se abusa del concepto de espíritu cuando se aplica a una nación. Recuerda la idea hegeliana del "espíritu del pueblo" y, si se toma en serio, puede acabar derivando hacia formas peligrosas de nacionalismo, suponiendo que haya alguna inocua. Pero no viene mal recordar que una nación no la constituye sólo el folklore, ni la lengua, sino la historia y la cultura. Tampoco escapa a nadie el riesgo que entraña unir la suerte de una nación a la de una fe. Sin embargo, no me parece fuera de razón decir, como Raley, que la esencia de España está en "la irrevocable decisión de ser cristiana y europea contra las escasas posibilidades de que pudiera, de un modo realista, tener esperanza de serlo", a causa del empuje del Islam. Hoy, cuando se debate la constitución europea y se regatea al cristianismo la posibilidad de definirnos; cuando, con estúpidos complejos politicorrectos, se quiere situar al Islam al mismo nivel en el orden de la cultura del viejo continente, Raley viene a recordar que España tuvo su rito de paso como nación en la lucha que libró, contra toda esperanza, ante un Islam que era "la antítesis de todo lo europeo". Insisto, no lo dice un carcunda de estos pagos, sino un hispanista norteamericano: Europa se hizo frente al Islam, y en vanguardia de la lucha estuvo España, la "diferente", la que empezaba África, según un filósofo con peluca. Fuertecillo, ¿eh?--
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